SUEÑAN CON LA BELLA DURMIENTE

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13 (Medium)The Russian Classical Ballet se presenta con gran éxito, en la vigésima primera edición del Festival Internacional Universitario de la Cultura.

En un teatro de la Torre Académica lleno a su máxima capacidad, cobró vida el ya clásico cuento de La Bella Durmiente, recreado con toda la maestría por The Russian Classical Ballet, quien se sumó a las actividades de la vigésima primera edición del Festival Internacional Universitario de la Cultura.

Entre palacios y bosques, una treintena de bailarines egresados de las más prestigiadas escuelas coreográficas y de teatros de danza de Moscú, San Petersburgo y Novosibirsk, se desarrolló el espectáculo a lo largo de dos horas y que a cada acto fue aplaudido tanto por niños como adultos.

Con música de Tchakovski, el cuento escrito por Charles Perrault, no dejó duda el por qué la técnica rusa es de las más prestigiadas a nivel mundial; grandes extensiones de piernas, presencia en escena y elegancia estuvieron presentes en la función.

La adaptación de la historia que gira en torno a la princesa Aurora y el Príncipe Desiré, rescató los elementos fundamentales de la historia ya conocida de una bella mujer que fue maldecida por una hada, en este caso un personaje masculino, que robó la atención por su buena caracterización y destreza.

Éste le pinchó el dedo para que durmiera durante años, hasta que el beso de un príncipe la despertó de su largo letargo, y se casaría con él.

Toda la trama fue acompañada de una corte celestial de bailarines, que dieron la impresión de crear cuadros visuales con el colorido vestuario y su perfección técnica.

El ballet dirigido por Evgeniya Bespalova, que realiza un gira por México e incluyó a Sinaloa en su agenda, fue dividido en dos actos y alcanzó la magia total en éste último.

Fue ahí donde aparecieron otros personajes como la Gata Blanca, El Gato con Botas, El Lobo, Caperucita Roja, Cenicienta, El Príncipe Fortuna, El Pájaro Azul, La Princesa Florine y una corte de cortesanos.

Cada pareja ejecutó un Grand pas de deux (dúo) y fue entonces cuando de pie el público, que llenó el teatro, agradeció de pie el ‘regalo’ que trajo el Festival Universitario para los amantes del ballet.

Cuando la cortina del escenario se cerró, la magia de la danza había terminado, pero no así el gozo que dejó en los asistentes.

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