TRAE MOLOTOV SU ‘POWER’ AL FESTIVAL UNIVERSITARIO

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IMG_7994 (Medium)La agrupación llena el Estadio Universitario durante una electrizante noche, en la vigésima primera edición del Festival Internacional Universitario de la Cultura.

Molotov trajo su ‘power’ al Festival Internacional Universitario de la Cultura, logrando reunir a más 15 mil asistentes en el Estadio Universitario, quienes bailaron, gritaron y se emocionarse con su música.

La agrupación defeña no es nueva. En los 90 irrumpió la escena del rock mexicano para convertirse un grupo cuyas canciones críticas nunca han pasado de moda. Solo así puede explicarse como al unísono fueron coreadas.

Los integrantes de la banda, arribaron al escenario del Estadio Universitario poco después de las 20:30 horas y desde entonces no pararon. Recorrieron su discografía musical e incluso invitaron a bailar, junto a ellos, a las más atrevidas.

Dos pantallas gigantes a los lados y mucha energía fue lo que ellos dieron para los asistentes al concierto, donde el coraje y resentimiento por las injusticias provocadas, cometidas por el gobierno mexicano, fueron la constante.

Molotov no calla. Cada una de sus temas son un golpe a la consciencia, un llamado a ‘despertar’, a demostrar ese poder que todos poseen; de ahí que los títulos de sus canciones son contundentes: Gimme the power, Puto, Me vale verga, Parásito, Chinga tu madre. Y fue así como las interpretaron, sin tapujos, sin restricciones.

Otros de los temas que cantaron durante las dos horas que duró la fiesta, fueron Here comes the mayo, Voto latino, Me convierto en marciano, Frijolero.

Entre las luces de los celulares, los músicos que representan la voz de quienes buscan un mundo más justo, recordaron además los temas Hit me,  Amateur, Perro negro, Santo niño de Atocha.

Pero no fue hasta que con Rastamandita, que terminó por ‘encenderse’ el espacio rosalino, porque desde los primeros acordes las chicas subieron al escenario y nadie dejó de brincar.

Los gritos fueron aún más fuertes en sincronía con temas fuertes, como Puto y Gimme the power. Molotov cerraba así la noche, entre lo que la música es capaz de lograr: desde la reflexión hasta la euforia total.

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