Rescatar, difundir y preservar la presencia jesuita en Sinaloa es relevante, asegura Gilberto López Alanís

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El historiador comparte que los jesuitas fueron parteaguas para el desarrollo de la región en el sentido agrícola, cultural e histórico.

Además de la tributación, la conformación del espacio social noroeste mexicano, nos trajo el ayuntamiento “una institución española, es la primera gran transformación y con un regidor sevillano, detalló el investigador al participar en el programa Butaca 33 que conduce Ulises Cisneros.

En evento transmitido vía Facebook Live a través de las cuentas Radio UAS y Cultura UAS respectivamente, el presidente de la Corresponsalía Culiacán del Seminario de Cultura Mexicana, subrayó además “este arribo de instituciones como la agricultura, minería, el compadrazgo, los bautizos, las manifestaciones del poderío militar, la tributación antes era con la naturaleza, pero con la llegada de los españoles se tributaba con mantas, cobijas, oro plata, en fin, el mundo se transforma”.

“Es importante estudiar a la orden jesuita porque ellos organizan el espacio, una misión jesuita no es la parroquia sino el ambiente que se va construyendo en relación con una centralidad, va generando nuevas relaciones de trabajo, va haciendo productivo el trabajo de los nativos, esos productos ya no se van fuera, no se van al virreinato, ni a roma, crean un mercado interno, crean la ganadería y agricultura, se habla de cien mil cabezas de ganado, es una cosa maravillosa”, precisó.

Agregó, además, “todo eso lo van organizando a través del Colegio de Sinaloa, pues es una forma organizada de interactuar con la comunidad ya través de él podían los naturales y españoles obtener créditos, apoyos, atender los caminos, apoyar en las enfermedades a la población, dar de comer, es decir, era una agencia de desarrollo”.

En cuanto al aporte gastronómico de la orden jesuita, mencionó a Francisco de Castro “un repostero Sevillano que nos trae las bizcotelas, los coricos y fíjate qué aporte le da a nuestra gastronomía”.

Culminó su participación compartiendo que los textos jesuitas son patrimonio cultural de los sinaloenses, “deben rescatarse, preservarse, digitalizarse y difundirse, porque nada más ciertos investigadores tienen acceso a los textos y hay que hacerlo que sea de conocimiento general”.

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