Realizan el Panel ‘25 años de NORTÍTERES’

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Historias, anécdotas y vivencias de un andar titiritero por el noroeste mexicano.

Muchas emociones fueron las que se dejaron ver a través de los ojos de quienes de una u otra manera han formado parte de los 25 años del Festival NORTÍTERES.

Tal es el caso de quienes participaron en el Panel  25 años de NORTÍTERES realizado en la Sala de Medios de la Galería de Arte Frida Kahlo, Ignacio Larios Nieves, director del Grupo Nacho Cucaracho, Alejandro López, titular del Grupo Delta Teatro, Fernando Mejía, director de NORTÍTERES y la presencia de una invitada especial, Dora Lidia Castro Montoya, quien ha formado parte del festival a lo largo de sus más de dos décadas de trayectoria, estando del otro lado del escenario, del público.

Son 25 años y han ocurrido muchísimas cosas, destacó Fernando Mejía al dar inicio al panel “Han sucedido muchas historias y creímos convenientes compartirlas con el público desde distintas ópticas del festival, desde la parte del público, como organizadores y titiriteros, porque es un cuarto de siglo y no es fácil, no todos los festivales cumplen 25 años y cuando los cumplen hay que hablar y hacer una especie de evaluación”.

Detalló que a lo largo de todo este tiempo, el festival ha sido algo cíclico, eran muy pocos grupos, muy íntimo, sólo 5 o 6 grupos, con poco público y cada determinado tiempo las cosas como que se repiten, “ahora que cumplimos 25 años vemos también, ahora por distintas circunstancias, la pandemia, lo que sea, somos pocos grupos también, poco presupuesto, en aquél entonces participaba solamente la universidad en el inicio y hoy también, por distintas razones”, subrayó.

“Recuerdo que en ese primer festival venía una titiritera amamantando a un niño y ahora allá está el niño, ya creció, era su mamá y ahora viene una hija de esa titiritera con un niño amamantándolo también y siento que esto es un buen augurio para que el festival dure otros 25 años más”.

Por su parte Dora Lidia Castro manifestó “mi hijo mayor tiene 28 años y tenía 3 años y siempre lo llevé a ese festival de títeres, cuando le pregunto, esboza una sonrisa – ¿de los títeres? – pues lo más bonito de mi infancia, fue que me llevaste a un montón de festivales y fue entonces que enumeró obras como Chímpete y Chámpata, frase icónica del espectáculo Los pícaros burlados, de Javier Villafañe, clásico de la literatura de teatro de títeres y La carpa de los dos colores, espectáculo del Grupo Guiñoleros UAS.

Agregando que ha socializado esto de los títeres con sus vecinos, con niños, y en las fiestas de mis hijos, siempre Fernando y El Rochín y de adultos en mis fiestas también presenta algo de títeres para adultos “y vieran la cara de mis vecinos, de los adultos que nunca habían visto, o si los habían visto ya no se acordaban, del efecto de los títeres”, agregando que su hijo ha manifestado que gracias a los títeres él fue un niño feliz y distinto, “cuando llegaba mi tío Fernando a la primaria yo les decía, el titiritero es mi tío y yo ya me sé la obra”.

Castro Montoya finalizó su participación invitado a que la magia de NORTÍTERES continúe otros 25 años.

Por su parte Ignacio Larios y Alejandro López compartieron vivencias de años pasados cuando presentaban sus espectáculos en los pueblos de la sierra y todas las vicisitudes por las que tuvieron que pasar, desde dormir en el piso y montar el teatrino pegado al monte, hasta los pequeños placeres como las tortillas de harina en la casa de la mamá del titular del Grupo Delta Teatro.

El evento no podía culminar si agradecer a todas las personas que han formado parte del festival, desde Ana María Cortés, apoyando en laboras logísticas y en la organización, a Juan Carlos Rochín, quien desde muy joven forma parte del festival, primero como público y después como artista,  al MC Homar Medina Barreda, Coordinador General de Extensión de la Cultura y a la propia universidad, ya que es la institución que ha arropado de forma permanente la fiesta de los títeres en su largo camino de éxitos.

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