Autoría de Martín Molina Castillo, director de la Asociación Cultural Tárbol, Teatro de Títeres
“Para mí, los títeres era algo que me podían dar algo de dinero y que me divertían también”, detalló el autor al presentar su obra en las instalaciones de la Sala de Medios de la Galería de Arte Frida Kahlo, frente a estudiantes de la Unidad Académica de Artes y público que se dio cita en el inmueble universitario.
Enmarcado en el XXV Festival Internacional de Teatro de Títeres ‘Nortíteres’ en su edición 2021, el autor compartió que en la necesidad de conocer más, llegó a buscar bibliografía especializada sobre títeres en revistas y libros, aunque en su país era una tarea muy difícil, y únicamente en la biblioteca nacional de Perú halló muy poco material y la herramienta era accesible.
Acompañado de Fernando Mejía, director del Festival Nortíteres, el artista detalló que siempre ha sido reacio a usar la internet, pero decidió adentrarse al internet para buscar sobre títeres, con algo de ayuda, lo primero que tecleó en el buscador fue la palabra ‘Títeres’ y “entonces descubrí que en Argentina había un fanzine dedicado a los títeres, una publicación totalmente independiente y se hace sin recurso, sin pedir herramienta y sobre todo sin autorización, sin pedir permiso a nadie”, subrayó.
Luego de detallar el proceso en el que finalmente, después de varios intentos, él mismo y su compañera María Laura Vélez lograron hacer posible la publicación de la obra en 2018, Editado por Tárbol, tras ser uno de los proyectos ganadores de la Convocatoria 2017 de Sistematización de experiencias y Publicaciones de Puntos de Cultura del Ministerio de Cultura del Perú y consta de poco menos de 400 páginas, se divide en tres partes.
La primera, completamente dedicada al arte de los títeres y su estética, la variedad de figuras y su historia, además de tradiciones y el término mal empleado de ‘manipular’, ya que para el titiritero, lo correcto sería animar, es esa parte en la que el objeto o títere cobra vida a través de las manos del artista.
La segunda parte está dedicada a la interacción con la otra parte de los espectáculos de títeres, el público. Sobre los retos que implica la interacción no sólo con niños, sino también lo que representa para el artista conectar con el público adulto.
Y a tercera parte es dedicada a una serie de entrevistas que realizó con titiriteros destacados del Perú, mismas que detalló, fueron un lujo el lograr publicarlas, ya que es una especie de homenaje a los maestros, “porque me parece que es algo muy importante tener en cuenta que no somos el inicio de nada, que somos una pieza en una larguísima continuidad”, dijo.
Agregó que “nosotros deberíamos tomar conciencia que somos como una pequeña gota en un larguísimo río, y el caudal de ese río es el que nos permite empujarnos e ir hacia adelante, y si algún día queremos dejar de ser gotas y queremos ser ríos, tenemos que concebirnos como partes de un todo”.