En el marco del emotivo homenaje que la UAS brindó a la memoria de la maestra Margarita Sánchez Rodríguez de Corona, ampliamente conocida como Mago de Corona, quien en 1965 fincara las bases para la creación de la Escuela de Música de la UAS, se prometió la edición de un libro en torno a su trayectoria como impulsora de la música, tanto como maestra de piano, como también anecdotarios sobre su participación para que en su época se originaran agrupaciones institucionales, como la Banda de Música del Estado y la Orquesta Sinfónica del Noroeste.
Fue Maritza López, quien en su niñez fuera una de sus alumnas en el recinto académico universitario, quien ofreciera su experiencia como editora para sacar a luz las memorias de la emblemática profesora de la UAS, personaje que durante 32 años impartió clases de piano, así como las cátedras de Historia de la Música y Apreciación Musical, quehacer que mantuvo activo incluso meses antes de su fallecimiento, acaecido el 24 de septiembre de 1991.
Ello se dio al calor de la última entrega del programa Univerarte de la UAS, conducido por Fernando Mejía Castro, y donde también hizo acto de presencia la señora Marcela Corona, hija menor de la homenajeada, quien en ningún momento dejó de mostrar su emoción por las hornas a su madre de parte de la casa de estudios, y quien compartió algunos pormenores de la vida familiar en el hogar de los Corona Sánchez, un sitio, dijo, donde siempre había ambiente de fiesta, alegre y emotivo, porque la música de piano siempre estaba presente.
Transmitido por Facebook Live a través de la cuenta Cultura UAS, el programa logró la atención de un gran número de usuarios de la red, que repetidamente agradecieron a la Universidad dicho homenaje, inscrito en la línea de Personajes Universitarios, como parte de la barra online de la Coordinación General de Extensión de la Cultura, y que tuvo en los controles a Carlos Rochín.
Cabe destacar que Margarita Sánchez Rodríguez nació en Guadalajara, Jalisco, el 10 de mayo de 1922, donde aprendió el arte de la declamación, del ballet y el piano, ciudad donde contrajo matrimonio, en 1939, con el doctor Leopoldo Corona; pareja que hizo su aparición en Culiacán en 1941 y que de inmediato logró relacionarse con el círculo social y cultural de la capital sinaloense, fundando, en 1947, la Sociedad de Amigos de la Música, iniciativa que sería el punto de partida de infinidad de proyectos musicales y del arte en general, que culminaría con la creación del Centro de Estudios Musicales en 1965, pilar fundamental de la Escuela de Música de la UAS.