El dueto del momento prende a la juventud reunida en el Estadio Universitario, donde ofrece un exitoso concierto durante el Festival Internacional Universitario de la Cultura.
Clausuran puente Teófilo Noris ante lleno total del recinto.
Pasaban las ocho de la noche cuando el Estadio Universitario se encendió. Miles de jóvenes recibieron con euforia a Jesse & Joy, el dueto que protagonizó durante dos horas una noche esplendida en la vigésima primera edición del Festival Internacional Universitario de la Cultura.
Y es que no era para menos: los hermanos, que están en una de las etapas más álgidas de su carrera, eran esperados desde atardecer y desde entonces nada paró la euforia de sus más fieles seguidores.
Al encenderse las luces del escenario, los artistas con 12 años de trayectoria artística fueron de una complacencia a otra, dando todo y recordando sus más grandes éxitos en solitario y en colaboración con artistas como Alejandro Sanz.
El concierto lo iniciaron con Qué pena me da, No soy una de esas y Chocolate, mismas que fueron coreadas por los más de 20 mil asistentes ubicados en las gradas, sillas e incluso desde el Puente Teófilo Noris, cuyo tráfico vehicular de norte a sur fue clausurado por autoridades de Vialidad y Transporte.
Jessy y Joy, los artistas de ascendencia México-americana, aunque ya habían visitado Sinaloa, no esperaban este recibimiento que rebasó incluso para ellos toda expectativa.
“Estamos felices de estar aquí, estamos impresionados con este público (…) venimos con muchas ganas de hacer música. Es lindo regresar a esta ciudad, estamos listos para cantar con todo el corazón”, señaló previamente Joy.
La cantante de potente y angelical voz interpretó acompañada por un grupo de músicos: Llorar, ¿Con quién se queda el perro?, Llegaste tú, Adiós. A ello se sumó un espectáculo con un juego de luces y lluvia de papeles de colores entre la asistencia.
Un momento por demás emotivo del concierto fue cuando entre lágrimas interpretó Sólo un besito más, dedicada a la reciente muerte de un integrante de la banda.
Cuando parecía que el concierto había terminado, cantó ¡Corre!, uno de los éxitos más aplaudidos del dueto, quien momentos antes había asegurado que aún le falta mucho qué hacer en la música, en la que buscan estar hasta que el cabello de ambos hermanos sean cano.
Con la figura de un corazón en el escenario entusiasmaron todavía más con la rítmica canción Espacio sideral, y pese -dicho por ellos mismos- de haber sido viernes 13 la fecha del concierto, la de la mala suerte.
Siendo generosos con el público, interpretaron como una última más Ecos de amor, dejando satisfechos a todos los que disfrutaron de principio a fin, la noche fresca y llena energía de Jesse & Joy.