La mezzosoprano Diana Peralta comparte gustos y experiencias en el programa Entre sonidos y silencios
“Cuando estoy apachurrada anímicamente, me pongo el final de las bodas de Fígaro, el segundo acto y me pone de buenas, me sube el ánimo nomás de escucharlo”, detalló al participar en el programa adscrito a la barra digital de la Coordinación General de Extensión de la Cultura y la radiodifusora cultural, que conduce Aldo Rodríguez.
En evento transmitido vía Facebook Live a través de las cuentas Radio UAS y Cultura UAS respectivamente, subrayó que no siempre ha cantado como soprano “Si me hubiera aferrado a ser la mejor soprano de México, no hubieran pasado tantas cosas que han pasado”.
Compartió también, que estando en un ensayo como soprano fue una de sus maestras quien le propuso vocalizarla como mezzosoprano, “con tu imagen, con tu edad, y tu físico, si quieres sólo apréndete Carmen y la vas a cantar en todo el mundo”, detalló.
“Me entró tanto en la cabeza y en el corazón, que al día siguiente el ensayo que tuve con la orquesta, de Elvira y la canté pensando que era mezzo y salió una voz que hasta los demás de dijeron ¡wow! ¿dónde estaba eso?, apuntó.
Fue después de este suceso, que empezaron a llegar los premios y las giras “lo primero que canté como mezzo fue La seguidilla de Carmen y con eso gané la final en un concurso en San Miguel de Allende” y de ahí gané ´premios, y de ahí me llevaron a New York y luego fui a cantar un querubín en San Luis Potosí otra vez, me dieron otro premio, venir a hacer la audición y todo se empezó a dar solito”, dijo.
En cuanto a proyectos a futuro, manifestó que parte del estreno de su debut como Zita y Zia, lo que le gusta mucho incluirlas en su currículum, este verano estará a Jerusalén, a Alemania, Grecia a cantar otros ensambles y entrar en otro nivel, “voy a terminar mi doctorado, estoy escribiendo un tratado de etnomusicología y sacar todo el tiempo que perdí de la pandemia, entonces eso es lo que viene”.
