El texto del investigador Marco Sanz, ofrece diversas perspectivas de reflexión filosófica y crítica en el terreno de la medicina y específicamente hablando entorno de la salud y la enfermedad. Según el autor, en la búsqueda de una fundamentación más justa de la sociedad, este ensayo apuesta por convertir la experiencia patológica en un ejercicio de libertad, en una forma de reivindicación del espacio que el enfermo habita y comparte con todos nosotros.
El joven investigador indicó que no hay salud cumplida sin una respuesta satisfactoria a la pregunta: ¿Salud para qué? Y salud para qué, implica preguntar cuáles son las condiciones de posibilidad real o qué significa estar enfermo; justamente son las preguntas que el libro trata, si no de responder, según el autor, sí indicar un camino en el que pueda pensarse en un futuro o una respuesta.
El autor recalcó: «(El libro) por una parte se ocupa de la experiencia individual (de la persona o el enfermo), y por la otra hace esta revisión crítica de las formas en que se han concebido en las últimas décadas la enfermedad y la salud; lo que trata en último término es deshacer esos prejuicios que se van sedimentando, y en el fondo queda eso que yo llamaría la inteligencia del cuerpo. Ésa sabiduría del cuerpo a la que no le hace falta que la sobresaturemos o la sobrecarguemos con cosas que probablemente no van a ayudarle en lo absoluto, sino todo lo contrario».
Añadió que la enfermedad le pertenece al cuerpo, en la medida de que el mismo detenta una inteligencia que le lleva a afrontar los agentes patogénicos, casi sin la intervención de nosotros en la tarea; lo que tenemos que hacer es llevar una vida saludable sin exponernos a los riesgos, pero de lo demás se encarga el cuerpo que establece y experimenta un puente de retorno, lo que brinda una lección.
En su intervención como comentarista, el escritor Francisco Meza, expresó que el texto filosófico se amplifica desde perspectivas literarias; así como también aborda la teoría crítica, psicoanalítica, fenomenológica, científica y además otros ámbitos de estudio.
Cabe mencionar que el ensayo consta de cuatro capítulos: la primera parte del libro corresponde a la dimensión fenomenológica (de la experiencia patológica individual), en los que también se abordan las maneras en las que la enfermedad es capturada por el sistema capitalista, ante una lógica de dominación; una perspectiva de corte histórico que va más allá del individuo. Además aborda la experiencia del cuerpo enfermo y sus manifestaciones que son indicador de un proceso patológico, para culminar con una interrelación entre el enfoque fenomenológico y el enfoque crítico ante la soledad de los enfermos.
Conociendo al autor: Marco Sanz, es profesor de Antropología filosófica y Filosofía de la cultura en la Universidad Autónoma de Sinaloa y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (México). Máster en Historia de la ciencia y doctor en Filosofía, ambos por la Universitat Autònoma de Barcelona, su investigación se desarrolla en el ámbito de la teoría de la cultura y se orienta, especialmente, a la elaboración de un marco de reflexión crítica destinado a problematizar el sesgo antropocéntrico de los humanismos tradicionales. Hay que resaltar que el investigador fue ganador del «Premio Internacional de Pensamiento 2030», impulsado por el Instituto Asturias y la Editorial Akal, especializada en obras de Ciencias Sociales y Humanidades.