- El Coro de la Comunidad de Culiacán ofreció villancicos internacionales, latinos y música de Handel en los Miércoles de Concierto de la UAS
Entonces, como trompetas destellantes de luz anunciando la buena nueva para beneplácito de la humanidad, el Coro de la Comunidad de Culiacán se había despedido con el emblemático Aleluya, de Frederick Handel, pero su director, en medio de vivas, de ¡muchas gracias, Gordon Campbell!, amplió el programa y del plano internacional pasó al corazón musical latino, interpretando Las Campanas, para enseguida realmente concluir no nada más dirigiendo a su agrupación, sino además al propio público, con aquello de noche de paz, noche de amor.
En total, 37 voces se dieron cita en los Miércoles de Concierto de la Universidad Autónoma de Sinaloa, entre sopranos, mezzosopranos, tenores y bajos, bajo la dirección del admirado y reconocido Gordon Campbell, quienes, con el acompañamiento determinante y preciso de la pianista Zlatina Nikolaeva Valkova Petkova, le pusieron su toque de excelsitud interpretativa a los programas navideños que ha venido organizando la Coordinación General de Extensión de la Cultura, con el apoyo de la Unidad Académica de Artes y la participación de Radio Universidad.
En realidad, fue insuficiente el Teatro Auditorio Juan Eulogio Guerra Aguiluz para dar cabida a todos cuantos se dispusieron asistir para no perderse el concierto navideño tras la batuta de Campbell, por lo que hubo la necesidad de sumar sillería en el pasillo central del recinto de Radio UAS; y sin embargo todo estuvo en tiempo y forma, y los villancicos se hicieron oír no nada más para el público presente, sino también para los cientos de radioescuchas de la emisora cultural universitaria.
Many moods of Christmas de Robert Shaw, fue el tiítulo del concierto, plétórico de temas a veces evocadores, a veces nostálgicos, celestiales o con estallidos de luces musicales, alegres y burbujeantes, como Noche de paz, Canta un ángel, Fa, la, la y El pequeño pueblo de Belén, haciendo hincapié, tras el cierre de cada una de las cuatro suites que integraron el programa, con música de Handel, como Gloria a Dios y Aleluya, para finalizar con villancicos muy reconocidos en México, como Las Campanas, que hicieron cantar al auditorio, que no escatimó aplausos para el fundador de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes.