El pianista sostuvo charla con el director de orquesta Fernando Lozano sobre “El Artífice de la Cultura Musical Mexicana”
Marcó un antes y un después en la cultura musical mexicana, no solamente en la creación de grandes proyectos que han beneficiado no sólo a todo el país, sino a muchos jóvenes, a músicos profesionales, ha sido la parte importante al impulso a los jóvenes músicos, a los ya reconocidos y por más de 5 décadas no se cansa en seguir impulsando proyectos tanto en la CDMX como en el interior de la República.
En evento transmitido vía Facebook Live a través de las cuentas Cultura UAS y Radio UAS, el director de orquesta Fernando Lozano compartió la experiencia de cómo fue el proceso del nacimiento de la Orquesta Filarmónica como un proyecto integral, teniendo sus propio sistema de transporte para difundir la música, con una calidad de ejecución de los mejores músicos del mundo.
«Hay que decir que casi me la encargaron, quienes impulsaron este proyecto fue Doña Carmen Romano de López Portillo, esposa del presidente de la república, José López Portillo y el regente de la Ciudad, Carlos Jaén González. Elos me llamaron a los pinos en diciembre de 1977 y me dijeron que querían tener una orquesta magnífica, que fuera un ejemplo en el mundo y que fuera impresionante».
Manifestó que después de viajar por distintos países del mundo con el firme propósito de audicionar a los músicos que conformarían la agrupación, para no comprometer a aquellos músicos que tenían ya compromiso con las orquestas del país.
«Lá música no es un oficio que se le dé generalmente en las familias adineradas, no hay músicos ricos, por lo menos estudiantes, tampoco son pobres pero no tienen el dinero de quienes estudian otras carreras, recuerdo que mi padre me decía que los músicos se mueren de hambre, pero con el tiempo se dio cuenta que no era cierto y fue el primero en impulsarme a que me fuera a estudiar en Europa, pero esa es la idea que tiene mucha gente, yo no creo que se mueran de hambre; Se mueren de hambre los músicos malos, los médicos malos y los abogados también se mueren de hambre, pero los músicos buenos cobran bien y les va bien en la vida», dijo.