- La obra V.I.P., a cargo de la compañía barcelonesa.
- El montaje parodia el trato preferencial que dan los padres a los hijos en la actualidad.
«Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto”. Así inicia la novela más famosa de Franz Kafka, La Metamorfosis. Y así comienza también el periplo de muchos padres de familia: otorgan todo tipo de libertades a sus hijos en aras de una educación más relajada y un buen día se transforman en un extraño bicho a merced de pequeños tiranos, que ejercen su poder a la menor provocación.
Tal es el problema que la provocadora compañía barcelonesa Els Joglars expone en su obra V.I.P. (Very Important Person), cuya producción será ofrecida en formato de video este miércoles 26 de octubre, a las 10:00 horas, en el Auditorio “Margarita Sánchez de Corona” de la Unidad Académica de Artes de la UAS (Escuela de Música), como parte de la programación del XLIV Festival Internacional Cervantino y su proyecto “Vive el Cervantino más allá de Guanajuato”.
Como explica el director de la obra, Ramón Fontserè: “La vida es ondulante y la educación y la relación del mundo adulto con los niños ha ido cambiando a lo largo de la historia. En nuestra moderna sociedad actual nos parece que el niño ha alcanzado el máximo privilegio que lo hace equiparable al trato que recibe una Very Important Person (V.I.P). Paradójicamente la actitud bien intencionada de los padres, ya sea por complejo o por dar una confortabilidad a sus hijos de la que ellos carecieron, acerca peligrosamente al niño a un ser intratable con delirios de pequeño tiranuelo. Nos preguntamos si con estos mimos no estaremos creando un pequeño monstruo”.
La estructura de la obra está basada, como el juego infantil, a través de una sucesión de escenas unidas por libre asociación. Fontserè expone algunas: “El momento de la concepción, el parto, la intromisión constante de los padres en el juego de sus hijos y su esfuerzo para que crezcan a su imagen y semejanza, la petición por parte de un niño a ser castigado como en épocas pasadas, entre otras que representarán la creación y formación de este pequeño ser que puede convertirse en un dictador. A través de su comportamiento y del de los adultos que lo rodean pretendemos reflexionar sobre los temas más dramáticos y candentes de la actualidad.”
Els Joglars fue fundada en 1961con un objetivo dual: hacer teatro de vanguardia y popular. A lo largo de más de 50 años han hecho propuestas escénicas fundadas en un largo proceso de investigación, buscando rupturas tanto en los contenidos como en el montaje y, al mismo tiempo, que no sean privilegio de minorías especializadas, sino que lleguen a un gran público.
Su propuesta crítica e irreverente los llevó en 1977 a sufrir prisión y un consejo de guerra militar por la obra La torna, que recreaba un oscuro juicio de un supuesto delincuente a quien los jueces le imponen una pena capital mientras comen paella y beben. Ataviados con máscaras, los miembros del jurado condenan al reo al garrote, instrumento diseñado para romper el cuello de los condenados con una correa de hierro, que fue usado legalmente en España hasta 1978.
La obra, que aludía a un sonado caso de ejecución en la España de la transición, no ha sido la única pieza que ha causado controversia entre las producidas por Els Joglars. Su propuesta incómoda también se ha dejado sentir en la época moderna.
El método de trabajo de la compañía, ideado por su fundador, Albert Boadella, es llamado emergente y tiene como base geométrica la espiral: se parte de un elemento central a partir del cual se van expandiendo posibilidades escénicas. La creación dramática tiene más que ver con la gestación de un proyecto musical o pictórico que escénico. Boadella basa su eficacia en observar, dudar, buscar, excluir y renovar. El objetivo es lograr hallazgos.
Este sistema, casi ritual, pero basado en un gran esfuerzo físico y mental, requiere aislamiento. Desde 1976 Els Joglars cuenta con un espacio de creación localizado en un poblado que dista 100 kilómetros de Barcelona. El lugar es una enorme carpa geodésica en la cual trabajan todos los integrantes de la compañía durante varios días hasta que emerge de la misma un espectáculo acabado hasta en sus mínimos detalles técnicos.
Hay quien ha comparado ese enorme espacio esférico y vacío como una enorme matriz en la que se gestan, siempre a través del trabajo colectivo, los más irreverentes trabajos de Els Joglars, como V.I.P., que tiene la escenografía de Martina Cabanas, y las actuaciones de Ramón Fontserè, Pilar Sáenz, Dolor Tuneu, Xavi Sáis y Xevi Vilà