- César Álvarez, desde Colombia, se enlazó con Fernando Mejía Castro, dentro de la barra cultural online de la UAS, aplicando la Sana Distancia por el COVID-19
Culiacán, Sin.- De títere a títere, uno desde Bogotá, Colombia, y el otro desde la capital sinaloense, cada cual exclamó un singular ‘hasta luego’, poniendo fin a la charla sostenida por sus manipuladores, César Álvarez, de La Libélula Dorada, y Fernando Mejía, del Grupo Guiñoleros, con motivo de la primera emisión digital de Universarte de la UAS, en el marco de la barra cultural online de la Coordinación General de Extensión de la Cultura, transmitido vía Facebook Live, a través de la cuenta Cultura UAS, reunión virtual ampliamente celebrada por titiriteros internacionales.
Qué bueno tener insomnio, escribió Kiko Montoto, “así puedo escuchar a los amigos”, para luego enviar “abrazos desde la República Checa”. Por su parte, desde la Argentina, se leyó la frase: “Qué lujo de programación y qué entrevistador”, de la mano del artista Manú Mansilla, haciéndole segunda a su compatriota y cómplice de teatrinos, Camilo cuervo, quien había festejado su beneplácito por el encuentro de titiriteros vía online: “Rompiendo fronteras”, dijo.
La conversación, que corrió a lo largo de 1 hora, dio principio con una introducción sobre el devenir artístico de La Libélula Dorada, en la que César Álvarez se explayó contando los asegunes, desde la génesis del grupo, en el mundo escénico de Bogotá Colombia. Luego aparecería también a cuadro el anfitrión del programa, Fernando Mejía Castro, director de Guiñoleros y titular de la Dirección Académico-Cultural de la UAS, explicando que esta nueva modalidad responde a las políticas y esfuerzos de la UAS en contribución con los gobiernos federales y local para aminorar los efectos de la pandemia COVID-19, ejercitando la Sana Distancia.
Y hablaron de la vida y de los muñecos, de sus repertorios y de las giras, de las funciones y de los festivales, de sus ‘caballitos de batalla’ cuando hay que hacerla de guiñolero, maleta en mano, país tras país; de la última visita de La Libélula Dorada a Culiacán, hacía 2018, en el marco del Festival Internacional Nortíteres, hasta que llegó el momento de la despedida, que fue cuando sus respectivos títeres exclamaron un singular ‘hasta luego’.