• Alfonso Orejel, literato y cuentacuentos de reconocida trayectoria, estuvo invitado a compartir sus opiniones y experiencias en Universarte de la UAS, en su versión digital
Pareciera que vivimos en una ciudad ciega, que se tapa las orejas, la boca y los ojos, porque, cuando llegan los muchachos sin trayectoria de lectura a una licenciatura, no quieren leer libros porque no saben leer, no son lectores, dijo Alfonso Orejel Soria, agregando que “los niños atraviesan hasta la universidad, y no son lectores”, alumnado al que calificó como ‘analfabetas funcionales’ que “no se emocionan, no les importan los libros, los ven como un castigo, como un suplicio para pasar materias”.
Invitado por la Coordinación General de Extensión de la Cultura a verter sus experiencias y opiniones en la barra online que se transmitió vía streaming, el escritor y cuentacuentos, originario de Los Mochis, expuso además que se requiere entusiasmo para abordar la lectura, haciendo una crítica al personal docente de todos los niveles, por carecer de motivación de frente a los textos. “No puedes contagiar el gusto por el cine, la música, si no tienes esa pasión; tenemos que sensibilizar a esos maestros para que socialicen el gusto por la lectura, desde kínder; y también a los padres”, dijo, además de que la lectura, cuando asume el carácter de obligatoria, “va perdiendo el aspecto lúdico”.
En el marco del programa Universarte en versión digital, donde estuvo acompañado por los titiriteros Fernando Mejía y Carlos Rochín, observó además que pese a todos los homenajes a la lectura, a los tendederos y a las lecturas de poemas en las paradas de camiones, lo que haría falta, para que un niño se interese por la lectura, “es que su papá le cuente cuentos, que el papá le lea a los niños, actuando, jugando”, añadiendo que si el adulto hace una mala lectura, esto es, sin emociones, “lo único que haces es espantar el deseo lector”.
Autor de 18 libros, Orejel Soria también se refirió al nivel superior, al decir que “todas las universidades deberían hacer un plan de lectura para desarrollar la habilidad de enriquecer el lenguaje, desarrollo de la inteligencia y el acervo. Tenemos que leer con pasión, emoción, jugar con las voces, con los ruidos; si tú, como padre, no lo haces, tu hijo tampoco lo va a hacer”,
Al hablar de su trabajo literario, el también cinéfilo y adicto a las series de TV, expresó que lo que hoy en día le interesa es la novela, indicando que recién acaba de terminar un nuevo cuento de terror y que próximamente hará un taller en torno a esta línea literaria, bajo el nombre: Instrucciones Siniestras para escribir Cuentos de Terror, mediante el cual tocará los métodos y técnicas que se necesitan para arribar a buen puerto.
Respecto a sus obras de corte infantil y su labor como cuentacuentos, Orejel señaló que es muy divertido escribir para niños, trata de que la gente que abre los libros se enganche y llegue a terminar de leerlos. “Los artistas se juegan el pellejo, como cuentacuentos; cada vez que te paras en un escenario, te juegas el pellejo; y lo digo en el sentido de que si los aburres, cometiste un craso error, porque van a pensar que los cuentacuentos son aburridos”, afirmó.