Fernando de Ita y Élmer Mendoza, destacan la calidad del libro “Donde se cruzan los sueños”, escrito dramaturgo sinaloense Alberto Solián
Con los comentarios del dramaturgo Fernando de Ita y el escritor Élmer Mendoza, se presentó el libro: “Donde se cruzan los sueños”, de Alberto Solián como parte de las actividades del XXVI Festival Internacional Universitario de la Cultura, que se realiza de manera virtual.
Este libro compila tres obras de teatro: Donde se cruzan los sueños, Rapsodia de un pescado zarandeado y Sin norte, todas ellas a decir de los comentaristas con una prosa poderosa y conmovedora.
Solián destacó el apoyo que le ha brindado la Universidad Autónoma de Sinaloa para poder hacer teatro y que este libro es ha sido un proceso de ensueño.
“El proceso de publicación de este libro, ha sido mucho de ensueño, es una cosa que me ha impactado mucho. Ha sido una suerte que a mis 56 años se haya publicado, tenía muchas ganas de hacerlo”, confesó Solían.
“Me esperé muchos años para hacerlo, estas obras las escribí en 2010 y fue un trabajo largo, me emociona, fue como aventarme en el bungge, como lo hacía siempre dirigiendo como lo hacía Óscar Liera”.
A manera de diálogo con el director, actor y dramaturgo, De Ita señaló que las obras fueron desarrolladas con distintas estructuras; en la primera de ellas está presente el espíritu de Óscar Liera y en la segunda el realismo sicológico del autor.
“En Donde se cruzan los sueños, Solían juega a sus anchas con los géneros, estilos, personajes, tiempos, teniendo como eje la búsqueda de un hijo por su madre. El juego que propone es doble, claro que estamos en el teatro donde se sueña despierto y que ocurre en la mente de los personajes”, explicó.
En el caso de la obra “Rapsodia para un pescado zarandeado”, el regionalismo, el paisaje y la gastronomía, pertenece al realismo sicológico y no mágico como en el primer. Aparecen dos mujeres llamadas Verde y Azul, que hablan con una prosa implecable, sin prisa y sin pausa. Cada texto, añadió que es autónomo y buscan la poética del lenguaje humano.
“Se trata de una obra que leída es muy intensa, fuerte, se ve que el autor escogió cada coma como aliento y supongo que para pasarlo al escenario debió de haber sido un laberinto para las actrices”, comentó.
Respecto a esta misma obra, Élmer Mendoza señaló que desde el punto de vista literario es bastante propositiva. Tiene un gran valor literario, el texto se mantiene, es un juego bien logrado. El texto es impecable.
“Publicar un libro es un salto al vacio, sólo los que escriben best seller, ni se preocupan, pero en México y América Latina, eso no ocurre por más fé que le tengas es imposible saber qué va a pasar con el libro, por eso celebro que Solián se haya aventurado”, detalló.