El hombre de teatro narra sus experiencias como creador de espectáculos teatrales, óperas y video mapping
Un día, en su otrora juventud, a Miguel Alonso Gutiérrez le tocó ser testigo, estando a un lado de los técnicos, del momento en que la zona arqueológica de Uxmal se llenó de música, luz y color; y fue ello el detonante de lo que sería su quehacer futuro, es decir, la dirección escénica, tal como lo confesó en su intervención como invitado del programa Entre Sonidos y Silencios, que Aldo Rodríguez conduce para la barra digital de Radio UAS y la cartelera virtual de la Coordinación General de Extensión de la Cultura.
En transmisión vía Facebook Live a través de las cuentas de Radio UAS y Cultura UAS, así como por las frecuencias de Radio Universidad, el también productor escenográfico indicó que aquella experiencia lo motivó para hacer carrera en la dirección escénica, añadiendo que el espectáculo de Uxmal ya tiene una vida de más de 44 años y que todo empezó porque su padre era quien dirigía la producción de dicho show de luces y sonido. “El fue un apasionado, un amante de la cultura maya”, dijo.
Asimismo, detalló que Uxmal es un lugar mágico, narrando un poco de historia sobre cómo se fue generando la internacionalmente reconocida zona arqueológica. Los mayas, expresó, “lograron integrar todo de manera muy armónica”, en relación a sus creencias y a su cosmovisión espiritual, elementos que fueron determinantes para la creación del espectáculo ‘sonidos del pasado’.
Durante la charla, compartieron algunas experiencias en las que Rodríguez y él han contribuido juntos, como por ejemplo La Mulata de Córdoba, en el 2010, ópera con música de José Pablo Moncayo y que relata la historia de una hermosa mujer que era cortejada por muchos, y que al negarse a compartir su amor, fue acusada a ser amante de las fuerzas oscuras.
Para finalizar, dijo creer “que, lo que uno hace cuando genera una creación de cualquier tipo: ópera, teatro o zarzuela, es como obtener un equilibrio; no sé lo que me está queriendo decir el espectáculo y debe ir con el público en la narración visual y sonora, y que el espectador se sienta navegando dentro del espectáculo, fluyendo con la manera en que se va proponiendo en cada momento”.