Empezó agradeciéndole a la vida. Y cómo no. Más por los días que se viven. Y lo hizo a través de la luminosa composición de Violeta Parra que se volvió un himno en la voz de Mercedes Sosa, marcando con ello la impronta de la noche, ese vaivén musical para estar Reflexionando con trova, porque así le llamó Francisco Robles a su velada, ofrecida como parte de los Miércoles de Concierto de la UAS, desde el auditorio Juan Eulogio Guerra Aguiluz, de Radio Universidad.
Entonces los versos de Violeta fueron la puntilla para que el trovador universitario desatara las luces de letras que le sientan bien a la humanidad, de autores como Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Luis Eduardo Aute y Alberto Cortez, para dar por bien servida la parte que le tocó en la cartelera online de la Coordinación General de Extensión de la Cultura.
Invitado por la Unidad Académica de Artes y la propia Dirección de Radio UAS, Francisco Robles, parsimonioso, dueño de su tiempo, estuvo entretejiendo canciones que se identifican no sólo con su vida y su familia, sino también con las vidas de sus amigos y de sus compañeros universitarios, y también con las vidas apagadas por la insaciable pandemia de estos días, como fue el caso del querido y recordado Rafael Morales Soto, el Sax Man.
Por eso Robles cantó Esos locos bajitos, de Serrat; Tan joven y tan viejo, de Sabina; Callejero, de Cortez; Sólo le pido a Dios, de Gieco; Cuando un amigo se va, otra vez de Cortez; y Sin tu latido, de Aute.
Y por tanto canto, por estar en paz Reflexionando con trova, Francisco Robles logró conectarse con los usuarios que siguieron la transmisión por las frecuencias radiales universitarias, y también por Facebook Live a través de la cuenta Cultura UAS, de quienes se despidió con la letra Coincidir, de Alberto Escobar, a quienes les dijo, cantando, que es fantástico que entre tantos siglos, tantos mundos y tanto espacio, se pueda coincidir con la música, la paz y la buena voluntad.