Cada vez que toco un saxofón, siento que tengo a mi papá en mis manos, dijo Pedro Álvarez Vega visiblemente emocionado, durante el desarrollo del programa Personajes Universitarios, serie que en su última emisión fue dedicada a don Cuauhtémoc Memo Álvarez Lizárraga, músico de oficio y uno de los grandes directores que tuvo la Banda Sinfónica de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), quien falleciera el 9 de julio de 2004, a pocos días de cumplir los 75 años de edad.
Yo veía desde niño tocar a mi papá y estaba enamorado de su figura, había dicho momentos antes el también músico, confesión que le valió para revelar que cierto día de hace ya muchos años, cuando le había llegado el momento de elegir una carrera, don Memo lo abordó y le expresó que podía estudiar para médico, licenciado, ingeniero, o lo que quisiera, pero que en cambio él le respondió: “No, yo quiero tocar eso que tocas tú”, y fue entonces cuando Álvarez Lizárraga puso el grito en el cielo: “¡Tú no sabes lo que uno sufre con esta cosa de la música!”, dijo.
A varias décadas de distancia, Pedro Álvarez refirió que no podía haber sido de otra manera, puesto que don Memo lo cargaba con él desde que tenía 5 años de edad, tanto en giras como ensayos. “No quería que fuera músico y terminamos tocando juntos en la Orquesta del Cachi Anaya”, recordó.
El programa, salpicado de anécdotas sobre el devenir artístico del músico originario de Navolato, nacido el 23 de julio de 1929, también tuvo como invitado al director de la Unidad Académica de Artes de la UAS, Samuel Ibáñez Morales, quien reveló que se puso a las órdenes de la batuta de don Memo desde el 2 de octubre de 1992 (al mismo tiempo que Homar Medina Barreda, actual Coordinador General de Extensión de la Cultura), y que era un espectáculo verlo dirigir a la Banda Sinfónica, sobre todo la manera especial que tenía de mover su manos, al grado de que intentaba imitarlo cuando llegaba a su casa.
Hizo mención que don Cuauhtémoc Álvarez Lizárraga se jubiló en la UAS el 15 de septiembre de 1994, y muy especialmente recordó aquel homenaje que se le hizo frente al edificio central de la UAS, en 1993, con motivo de la celebración de sus 50 años como músico.
Cabe señalar que don Memo empezó a tocar en la Orquesta Álvarez, en 1943, agrupación que dirigía su padre, el legendario Pedro Álvarez Martínez, originario de la sindicatura de Tacuichamona.
En este orden de ideas, Ibáñez Morales, poniendo su granito de arena en el homenaje a don Cuauhtémoc dentro de la cartelera de la Coordinación General de Extensión de la Cultura, transmitido por Facebook Live a través de la cuenta Cultura UAS, bajo la dirección de Fernando Mejía, manifestó que en aquella celebración por sus 50 años como artista, la Banda Sinfónica de la UAS le dedicó el programa entero, que incluyó las siguientes piezas: Obertura para banda, de Félix Mendelssohn; La viuda alegre, opereta de Franz Lehar; Claro de Luna, de Claude Debussy; Brisas andaluzas, de Guillermo Gómez; Obertura 1812, de Tchaikovsky; y Rapsodia mexicana.
En el programa de mano que se distribuyó entre los asistentes, escribieron mensajes y saludos personajes de la música y del periodismo: “Cuauhtémoc Álvarez ha demostrado todo el tiempo un afán de superación y me congratulo de ser su amigo”: Manuel El Chino Flores; “La designación de Memo como director de la Banda Sinfónica de la propia institución universitaria reafirma la calidad de músicos que distingue la dinastía fundada por don Pedro Álvarez Martínez, el admirado maestro”: Enrique Sánchez Alonso El negrumo.
También: “Un gran amigo, un saxofonista que figura entre los mejores músicos que ha producido Sinaloa”: Toñico Pineda; “Cuauhtémoc Álvarez es un músico que ama su profesión y se siente orgulloso de formar parte de la dinastía que fundara su padre, don Pedro Álvarez Martínez”: María Teresa Zazueta.
Y finalmente: “Un saxofonista de primera y uno de los directores más estoicos que puedan existir en provincia”: Pedro Álvarez Vega