- El montaje del Tatuas formó parte de la programación del Primer Encuentro de Are y Cultura “Noroeste compartido”
Con la transmisión online de la obra El Estanque, de Roberto Corella, escenificada por el Taller de Teatro de la UAS (Tatuas) y dirigida por Rodolfo Arriaga, la casa de estudios sinaloense, a través de la Coordinación General de Extensión de la Cultura, hizo su segunda participación en el Primer Encuentro de Arte y Cultura “Noroeste compartido”, teniendo como sede a la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), evento adscrito a la Red de Extensión y Difusión Cultural de la Zona Noroeste de ANUIES.
La emisión digital, que se hizo por Facebook Live a través de UABCS Difusión Cultural, replicada en Sinaloa por la cuenta Cultura UAS, fue también vista en otras regiones del país, particularmente en las entidades donde se ubican las instituciones educativas que participan en este esfuerzo de la UABCS y de la propia Red, como son los estados de Baja California y Sonora.
Cabe recordar que la obra El Estanque fue estrenada en 2017, y que así como en “Noroeste compartido”, también formó parte de la programación del reciente XXV Festival Internacional Universitario de la Cultura, que se llevó a cabo de forma virtual para abonar a la sana distancia con motivo de la pandemia global COVID-19.
El montaje recrea plásticamente un hecho sangriento ocurrido hace ya 51 años, en México, aunque en su momento se aclaró que el autor no se propuso una biografía actuada sobre el asalto al Cuartel de Madera, Chihuahua.
Los usuarios de la red que estuvieron atentos a la transmisión, vieron a un hombre tintinear una campanilla, como si rezara a la vez, o como si ese fuera el conjuro para que los otros que estaban allí, y quienes enseguida aparecieron, empezaran a levantarse de un letargo, como a revivir, a moverse, casi dibujando una coreografía de danza contemporánea, sugiriendo a espectros dolidos, como los que narraba Damiana Cisneros en ‘Pedro Páramo’ (“y lo peor de todo es cuando oyes platicar a la gente, como si las voces salieran de alguna hendidura”). Pero en El Estanque no había ninguna Damiana, sino “Ella”, el nombre del personaje magníficamente representando por Marcela Beltrán.
Y a partir de ese momento empezó a entretejerse la trama, por instantes con la savia de la vida, y por mucho en medio de un mundo de muertos, ofreciendo en retazos el devenir desgraciado de un pueblo que se vio impactado por jóvenes inquietos y esperanzados por el triunfo de su rebelión contra el sistema, hasta que el ejército, con balas y cárcel, les acalló los sueños.