- Tras las cuerdas de su guitarra, brindó sentido homenaje a Ñico Rojas, en los Miércoles de Concierto de la UAS
Hacia una etapa de su vida, el compositor y guitarrista, José Antonio Rojas, se volvió a encerrar en su habitación, como solía hacerlo cada vez que estaba inspirado. Quería dedicarle una pieza a su amigo Benny Moré, el sonero mayor de Cuba. Y su madre, curiosa, se asomaba y preguntaba: ¿Qué haces, Ñico?, y aquél le explicaba el motivo. El último día de claustro, ella volvió a hacer lo mismo, aunque con un agregado: ¿A quién me dijiste que vas dedicarle la canción? Entonces, cuando José Antonio ‘Ñico’ Rojas dio por terminada su nueva composición, decidió llamarla “Guajira a mi madre”, que fue el tema con el que Ahmed Dickinson cerró su participación en los Miércoles de Concierto de la UAS.
Cubano de nacimiento, pero radicado en Londres, Ahmed Dickinson hizo vibrar con destreza las cuerdas de su guitarra, cautivando a los fieles asistentes que otra vez colmaron las butacas del teatro auditorio Juan Eulogio Guerra Aguiluz, de Radio Universidad, tras un concierto que inició con “Canciones del calendario”, de Eduardo Martín, integrado por 12 movimientos, que generó sensaciones de calma, expectativa, color, destello, nostalgia, pasión, lejanía, placer, inquietud, esperanza, sonrisas contenidas y una soledad reflexiva con toques de adiós.
Invitado por la Coordinación General de Extensión de la Cultura, la Unidad Académica de Artes y la Dirección de Radio UAS, el concertista también ejecutó “El agua no se debe malgastar”, de Ñico Rojas, explicando, tras cada tema, el anecdotario correspondiente a las composiciones, en atención a la extraordinaria percepción musical de José Antonio Rojas, quien no sabía escribir notas y por ello se encerraba en la habitación, para escuchar su propio sonido. De Ñiko Rojas, también tocó piezas como el danzón “Elías malogrado genio”, los cha cha cha “Francito y Alfonsito” y “Lay y Egues”. Y antes de concluir con “Guajira a mi madre”, Ahmed Dickinson, con un agradecido público que le brindó aplausos tras cada intervención, ejecutó “Inolvidable”, de Eduardo Martín.