Mexicanísimo y luminoso, con un despliegue grandilocuente de talentos sinaloenses, como si fuese un abanico vivo de aquellas estampas que solían lucirse en los almanaques de Helguera, el espectáculo multidisciplinario denominado ¡Yo soy Pedro Infante!, se ofreció en el marco de las celebraciones del XXIII Festival Internacional Universitario de la Cultura, con guion y dirección de Lázaro Fernando Rodríguez.
Mientras Ilse, Ivonne y Mimí hacían lo propio en el Estadio Universitario, rememorando su época de éxitos ochenteros, la noche del domingo 13 de mayo se comprobó que en verdad existe público para todo, más cuando se trata de un montaje de elevada calidad, porque al paso de una calle, esto es, en la explanada del Edificio Central, el elenco del show diseñado para honrar al ídolo de Guamúchil contó no nada más con una audiencia selecta, sino también nutrida y tentada al aplauso a la menor provocación, feliz con los cantantes, el mariachi, los actores, conductores y bailarines que tenían ante sí.
En el Estadio Universitario, el canto pop que definió a toda una generación de chicas encopetadas a punto de spry; y en la plazuela Rosales, luminiscencias del cine de oro mexicano, la década de los cuarenta a todo lo que daba, haciendo vivir escenas memorables de películas en donde actuara Pedro Infante.
Ideado como un reality show, a la manera de un concurso para saber quién era el mejor imitador del ídolo de todos los tiempos, ¡Yo soy Pedro Infante! consiguió un éxito rotundo, donde fue recreado al actor, fallecido hace 61 años, en papeles que aún perduran en el gusto y el inconsciente colectivo del país, como el inigualable Pepe el Toro.