- El violinista libanés de origen armenio, en el programa “Vive el Cervantino más allá de Guanajuato”.
- Además de intérprete, su carrera musical se ha extendido a colaboraciones escénicas, cine y televisión.
A diferencia de muchos concertistas e intérpretes de música clásica que privilegian por sobre todas las cosas la pulcritud de la interpretación y la perfección de la técnica, Ara Malikian es, además de virtuoso, un rebelde, cuya personalidad artística podrá apreciarse este viernes 4 de octubre, a las 10:00 horas, en el marco de la estrategia de difusión “Vive el Cervantino más allá de Guanajuato”, proyección a celebrarse en el Auditorio “Margarita Sánchez de Corona” de la Unidad Académica de Artes de la UAS (Escuela de Música).
Nacido en 1968, en un Líbano convulso a punto de estallar en guerra, Malikian aprendió a tocar el violín, pero sobre todo a sentirlo.
Tenía apenas cuatro años cuando su padre, también músico, le puso un violín bajo la barbilla. Desde entonces no hizo otra cosa más que tocar, incluso cuando la guerra civil libanesa estalló y pasó largas horas practicando en refugios antiaéreos.
Fue gracias a que el director de orquesta Hans Herbert-Jöris lo escuchó, cuando tenía 14 años, que Malikian consiguió una beca para estudiar en la Hans Herbert-Jöris de Alemania.
A partir de su salida del Líbano, este violinista de melena despeinada no paró. Estudió también en la Guildhall School of Music & Drama de Londres y tomó clases con grandes músicos.
Su repertorio no se limita a la música clásica, y es que Malikian puede tocar —muy a su manera— lo mismo flamenco que música armenia.
Tampoco sus presentaciones se limitan a interpretar el violín solo, en orquestas o duetos. Malikian ha desarrollado colaboraciones escénicas con bailarines como Joaquín Cortés y ha grabado música de películas como Hable con ella, de Pedro Almodóvar.
Pero su faceta más aventurada, por decir lo menos, es la de divulgador de música clásica entre los niños. Para ello ha creado espectáculos como el concierto escenificado Cuentos del mundo, la historia de un hombre feliz, y ha sido parte de programas de televisión como El club de Pizzicato, show infantil dedicado a mostrar la música clásica a los más jóvenes.
Como buen músico inmerso en la modernidad de las redes sociales, Malikian mantiene al tanto a sus cientos de miles de seguidores sobre sus pasos por el mundo, suele compartir fotos y videos así como las fechas de sus presentaciones. Incluso, hasta se da tiempo de mostrar un poco de su estilo de vida tanto en Twitter como en Facebook; publica las curiosidades de los países en donde toca y en ellas se pueden ver desde comidas típicas que gusta probar hasta un retrete que le dio la bienvenida o cómo cabe acostado en estuches de instrumentos musicales.
Después de tocar en las mejores salas de concierto del mundo como la Carnegie Hall en Nueva York, y de haber colaborado con grandes orquestas en alguno de los (aproximadamente) 450 conciertos que da al año, Ara Malikian, ahora nacionalizado español, vino a México como parte del 44 Festival Internacional Cervantino, y ahora también puede disfrutarse su talento en formato de video.