La obra de Javier Márquez abre temporada en el Teatro Universitario
Luego de un periodo de tiempo, las puertas del recinto institucional se abren para ofrecer el montaje dirigido por Jorge Beltrán y Zeira Montes, integrantes de Intermitente Teatro, compañía de arte dramático creada en 2018, cuya finalidad es trabajar en proyectos de teatro con actores invitados del estado de Sinaloa.
En el evento de arranque estuvieron presentes, el director de Artes Escénicas, Alberto Bueno Beltrán, quien manifestó que “el teatro es lo más importante para volvernos a conectar con el otro (…) y muchas gracias a los grupos que se van a presentar generosamente, están donando su trabajo (…) muchas gracias por donarnos su trabajo y gracias a ustedes por venir, que viva el teatro”.
Agregó que “si antes era heroico hacer teatro, ahora es necesario, es indispensable volver a hablar de frente con el otro y ojalá que pronto, esas butacas puedan estar más cerca del escenario, para poder a estar mucho más cerca”.
Finalizó su participación haciendo hincapié en que los tiempos del teatro son para la gente que está experimentando, que está haciendo cosas nuevas; además dijo estar muy contento ya que la obra presentada es un trabajo premiado y con bastante recorrido, de una joven egresada de las aulas de la Licenciatura en Artes Escénicas y hace equipo con otros jóvenes egresados también de la UAS, el futuro es de ellos.
El montaje retrata una realidad desde la perspectiva bíblica, la manera en que todos llevamos un Caín dentro de nosotros mismos, un Caín condenado a la vida, condenado a la existencia, entre la basura de sus pulmones y el crujir de su tórax, un Caín se atragantado soledades. Y es que aquél que ose quitarle la vida, será siete veces maldito.
Hace también crítica a las distintas formas de violencia a las que la sociedad está expuesta, y que de manera individual refleja la lucha interna y el remordimiento que Caín, el personaje principal, padece de principio a fin.
El mismo Caín que cometió actos desalmados con personajes como el periodista Javier Valdés, Debanhi Escobar, de Nuevo León y Rosario Rodríguez, madre rastreadora de La Cruz de Elota.