Danza, teatro y música se reunieron en el espectáculo: “Así canta Sinaloa para el mundo”, dirigido por Lázaro Fernando y ofrecido este domingo en la Explanada del Edificio Central de la UAS.
Presentado para continuar con la programación del XXVII Festival Internacional Universitario de la Cultura, el elenco llenó de júbilo al público que desde temprana hora se reunió para disfrutar de la propuesta.
El espectáculo conducido por el actor David Zatarain, quien dio vida conductor ruso Davidnov Zatarainovski, abrió con las grandes voces de la mezzosoprano Oralia Castro y el tenor Ricardo Rodríguez, quienes recordaron a lo más granado de la composición sinaloense.
Ellos trajeron al presente, más 20 canciones inmortales, que además sonaron con gran calidad, al sumarse la Orquesta Los Amos de la Noche, y las compañías del ISIC: Coro de la Ópera de Sinaloa, Danza Joven de Sinaloa y la Compañía Folclórica Sinaloense. El programa incluyó desde el vals de principios del siglo 20, Alejandra, del mazatleco Enrique Mora, al Adiós de Carrasco, del culichi Alfredo Carrasco, pasando por el bolero ¿Por qué no he de llorar?, del mazatleco Fernando Valadez y ¿Quién será?, del mochiteco Pedro Beltrán Ruiz.
Cantaron también rancheras como El Capiro, de Luis Pérez Meza, y el corrido Los caballos que corrieron, de Miguel Jacobo Olguín; del angosturense Espinoza Paz, Ricardo Rodríguez cantó Un nombre normal y de Ana Gabriel, de Guamúchil, Oralia cantó Demasiado tarde y Me enamoré de ti en un bazar, del culichi Jesús Monárrez.
A medida que transcurría la noche y el público interactuaba con los participantes, se interpretó de Víctor Franco, Un amor en el olvido y Osito Panda, canción que hizo famosa Yuri. Del cantautor David Aguilar se entonó la letra que le puso a la canción El niño perdido y Te hubieras ido antes, de Luciano Luna, de Guamúchil, y de Josh Favela, de Caitime.
En el espectáculo no faltaron Enrique Sánchez Alonso El Negrumo, con su danzonete Culiacán, José Ángel Espinoza Ferrusquilla, de Choix, con Échame a mí la culpa y el tema La tambora sinaloense, de Faustino López Osuna, de Concordia
Y aunque no componían, se hizo un homenaje a dos grandes cantantes sinaloenses, con Besos y copas, de Víctor Cordero, que la guasavense Chayito Valdez hizo famosa y la versión de El barzón, de la cantante culichi Amparo Ochoa.
Al final del evento que cautivó con todo el trabajo escénico, el público reconoció de pie las participaciones del elenco, que se sumó a una noche gloriosa más del FIUC.