La obra, ganadora del Premio Nacional de Poesía Rogelio Treviño 2019 es el primer poemario de la autora
Rodeada de obras de arte que representan una mirada al mundo de la mujer, surgida de las mentes de mujeres artistas de muchos países del mundo, y que está instalada en la Casa de la Cultura de la UAS, la joven creadora, quien es además actriz, cuentista y dramaturga no pudo haber escogido un mejor lugar para presentar su obra, misma que consta de veintidós poemas.
Acompañada de familiares y amigos, dijo sentir que estaba viviendo en un sueño hecho realidad, que se sentía como estar en casa, ya que fue la Casa de la Cultura el primer lugar donde la llamaron artista “fue el primer lugar donde mi arte nació bajo la guía del maestro Mariano Meza, Joaquín Leyva y el dramaturgo Ramón Perea, entonces estoy en casa”, detalló.
Estudiante de la licenciatura de Ciencias de la Educación en la Universidad Autónoma de Sinaloa y de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de la Universidad Nacional Autónoma de México, expresó “quienes me conocen ya lo saben, yo escribo porque no tengo otra alternativa, escribo como una manera de supervivencia, escribo porque simplemente no puedo no escribir, yo no sé cómo se vive sin escribir, no sé cómo funciona la vida si no escribimos”.
“Para mí escribir es también un acto de amor propio, porque cuando siento algo que me importa tanto, que me duele tanto que me atraviesa y si no escribo yo siento que algo va a pasar conmigo, a mí me aterroriza imaginarme qué voy a hacer si no escribo eso que me está exigiendo que lo escriba, porque también pienso que a veces no somos nosotros completamente quienes escribimos un poema, sino que el poema nos utiliza, nos toma como una herramienta para salir al mundo, en palabras coloquiales, porque no tengo de otra”, subrayó
“La verdad es que los versos hablan mejor que el poeta, es lo que yo pienso, para mí por más que quiera explicarles un poema, el poema por sí mismo se explica mucho mejor, no necesita de mi ayuda”, apuntó.
Los comentarios de la obra estuvieron a cargo de la poeta y periodista sinaloense Ernestina Yépiz, quien detalló “a mí me parece como muy importante, el más importante de los libros, porque determina un poco o un mucho el tipo de poesía que van a hacer, tu poética, y un primer libro te afianza y te hace tener la certeza de que vas a escribir poesía, de que vas a dedicarte a la poesía y la poesía siempre es un saber sobre el alma, la poesía escudriña la propia alma, se abisma en el alma de quien escribe”, precisó.
La también escritora y promotora cultural señaló que “cuando leemos un poema, es un secreto que se vuelve voz, cada uno de los poemas que nos ofrece Ana Paula son eso, son secretos que ahora ya no son tan secretos porque se han vuelto voces, podemos leerlos y dialogar con ella, la poesía siempre es un acto de confesión, quien escribe se confiesa, creo que con este libro, Admito que estoy triste, vamos a conocer mucho más de lo que la conocemos y la vamos a querer mucho más de lo que la conocemos”.
Expresó además que se podría decir que la poesía es un secreto hablado, en este caso un secreto escrito, el poeta escribe y las palabras se salvan de su momentaneidad, las palabras dejan de ser efímeras, momentáneas y se quedan plasmadas en ese espacio en blanco, para conversar con todos nosotros.