A Claudio Trejo siempre le gustó buscarle tres pies al gato

0
681

El actor, artesano y trovador siempre ha estado ‘hambriento’ de todo lo que tenga que ver con el arte

“Me defino como artista multifacético de la cultura cósmica, un artista indisciplinado, peor en general, háblese de teatro, de música urbana, todo lo que tenga que ver con la calle siempre me ha apasionado, la azotea, el transporte público, siempre me gustó buscarle tres pies al gato”, detalló al participar en UniversARTE.

Originario del estado de Durango, pero avecinado en Culiacán desde hace ya varias décadas, recordó su vida de infancia, donde el mundo de la milicia le rodeaba por donde volteara la vista, ya que su padre siempre estuvo en contacto directo con las fuerzas militares mexicanas durante mucho tiempo.

Acompañado de Fernando Mejía, Juan Carlos Rochín y Alberto Bueno, el también clown compartió que luego de su llegada a la capital sinaloense, gracias a la adscripción de su padre al colegio militar y que su familia poco a poco fue llegando a la capital sinaloense, donde dijo, planeaba estudiar letras “Llegué aquí pensando estudiar letras y alejarme de la vagancia, pero la naturaleza de todo artista, es no estarse quieto”, subrayó.

Fue así que, a través de un amigo, Elmer Veckio Mendoza, quien le propuso ingresar en un taller de teatro en la Casa de la Cultura de la UAS, a cargo del dramaturgo universitario Alberto Guerrero Solián y así dar inicio a lo que se convertiría en una aventura que hasta el día de hoy le ha dado múltiples satisfacciones.

Agregó que no siempre es fácil trabajar haciendo teatro de calle, pese a tener la facilidad de poder hacer teatro de sala, que también implica una serie de procesos como conseguir un teatro, de pagar renta, conseguir un staff y no se considera tan bueno para eso.

“Es ir a trabajar al trascabo, es ir a picar piedra, ahí no hay aires acondicionados, ni te pones en tu butaca, acá en la calle es ir a buscar al espectador, si el árbol hay que usarlo como parte de la escenografía, hay una parte en la que la vigilancia no te deja, entonces se batalla más, se le sufre más y es ahí donde dices, es que estás bien loco, pero el teatro de calle es informal por naturaleza, ósea, es llegar a instalarte y a ver qué sale y la improvisación es básica, improvisar en todos los sentidos, tanto actoral como en la escenografía, que parchar aquí, poner cintas, resolver ahí en el momento”.

Sobre su participación en el Festival de Navachiste, apuntó que para él es importante ir a compartir su arte con la comunidad, que, pese a que en ocasiones tiene qué trabajar con conchas y troncos, lo que más le apasiona es poder tener contacto con las comunidades y compartir lo suyo.

Asimismo, dijo estar trabajando en otros proyectos, “estoy escribiendo un libro que se llama el lado oscuro del clown, donde hago ahí mis pasajes, todas las vivencias, todas las altas y bajas que hay en esto del clown, lo que hay detrás de la máscara del clown, lo que es el actor, la contraparte del clown que es la tragedia”.

Dejar respuesta