Desde Kenia, vino Makadem al Festival de la UAS con su canto sanador.
La música y canto tradicionales de Kenia se escucharon en la plazuela Rosales como un remanso de paz. No podía ser distinto: Makadem se ha caracterizado por interpretar temas profundos, orientados al bienestar del mundo.
Durante la noche del martes se vio a un cantante emotivo tocando instrumentos musicales poco comunes: nyatiti, el orutu, la ohangla y el kalimba, a la vez de compartir una voz profunda.
La vigésima segunda edición del Festival Internacional Universitario de la Cultura trajo a un cantante que mostró el poder sanador de la música.
Cada interpretación se convirtió en un antídoto para los tiempos violentos que se viven. Los ritmos africanos, mezclados con los modernos, se guiaron con temas mediante los cuales Makadem habló de su cultura, de la naturaleza y sobre la situación política mundial.
Y aunque la música en otros idiomas se vuelven universal, el programa incluyó: Mganga Mkuu, Obongo bless me, Proud África, Nipe denda moja, Omatode, Allez, allez, Sawa sawa, Amani, Koko rio y Otongolo gal.
El mensaje en ellas fue claro: ser una sola voz ante lo que sucede en el mundo y por Kenia.
En la poco más de hora de concierto, el público se mostró receptivo ante esta propuesta, mientras el viento atípico de mayo esparcía el olor de los árboles de neem que rodean la plazuela.