Un corazón roto y la misión de hacer una temporada para subir el nivel de deporte llevó a Eleyelow a radicar a Nueva Zelanda

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El intérprete y amante de la naturaleza sostuvo charla sobre su vida y proyectos musicales.

«Llegué en invierno, me encanta la nieve, los deportes de la nieve, según se fue yendo la nieve te empiezas a mover, a descubrir lugares increíbles y te das cuenta que nunca para, te das cuenta que siempre hay un lugar más bonito que el otro y nunca acaba». Manifestó Lalo, músico de origen tapatío al participar en el programa Entre sonidos y silencios que conduce Aldo Rodríguez y que forma parte de la barra digital de la Coordinación General de Extensión de la Cultura en conjunto con Radio UAS.

En evento transmitido vía Facebook Live desde las cuentas de Radio UAS y Cultura UAS, además de la frecuencia y amplitud modulada; sentado en el sofá de su casa, desde Waiheke, una isla emergente rodeada por 43 volcanes activos, ubicada a 10,830 km de distancia, con el cabello recogido y postura relajada, el músico expresó respecto a ese viaje «Fue un parte aguas en mi vida en el que prácticamente decidí dejar de planear las cosas y tomar un vuelo a un lugar nuevo a ver qué pasaba y bajo esa premisa tenía un tiempo límite de 6 meses y se convirtieron en 9 años».

Sobre el nombre artístico manifestó que Eleyelow surge a partir de la pronunciación de ‘Lalo’ que, al ser deletreado en inglés, suena como el nombre del músico y del proyecto mismo, una suerte de spanglish juguetón entre culturas, todo mundo lo pronuncia diferente, dependiendo de donde lo lean y le encanta.

Asimismo relató que pasó 10 años de su vida tocando en una banda en Guadalajara, con música jamaiquina, «Lo tomamos muy en serio, nos fue muy bien para ser adolescentes, nos empezábamos a mover pero bueno, todo tomó su curso, cuando tuvimos que ingresar universidad se disolvió, intentamos con otras bandas en Guadalajara y mi formación había sido como vocalista, como cantante; y llegue a este país sin saber tocar mis propias canciones y aprendí con una guitarra viajera muy chiquitita, que me regaló mamá para poder aprender a acompañar mis propias canciones».

El también licenciado en relaciones internacionales expresó que «No es el único proyecto en el que participo, también soy parte de un colectivo multinacional basado en la isla también con gente de Francia, Italia, de Colombia y de Argentina, donde tocamos música del mundo, se hace llamar Radio Rebelde y obviamente una hermosa escuela que me ha enseñado muchísimo, me ha dado cuna familia musical muy grande, no solo aquí, sino al rededor del mundo».

La historia de ‘Menina do Capuccino’, es la de una canción de una observación «Me gusta mucho el café, aprendí a disfrutar mucho el café hecho a máquina y me encanta la cultura alrededor de el; la gente de por aquí me conoce que me aparezco en un café con un cuadernito y una pluma y me siento a observar, a escribir y pues esto habla de una persona apasionada por el café que básicamente es su pasión, hay una historia un poco triste o desgarradora detrás, en la que esta persona no es totalmente libre de sus propias decisiones en casa, pero el café es muy liberador, la manera de hacerlo».

Su más reciente producción The Unsecret fue grabado en Guadalajara, con Adrián Ortega y Paulo Carretero, «Ellos son egresados de una prestigiosa escuela de música de Guadalajara y los agarré pollitos en cuanto a que estaban recién graduados, no tenían mucha experiencia, nos metimos con todo, fue un proceso de varios años, fueron muchas idas y venidas y al final estoy súper agradecido y súper contento con lo que llegamos a realizar.

Los saludos de los internautas no se hicieron esperar y es que recibió muchos, algunos de amigos y otros tantos de antiguos colegas de tocadas y otros que se hicieron notar al agradecerle por su música y por ser definitivamente un puente entre culturas.

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