Culiacán, Sin.- Era tanta la zozobra, que los percings de su oreja derecha casi hacían cling tras cada entrar y salir, y viceversa, de la Sala de Medios de la Galería de Arte Frida Kahlo. No era para menos, porque en unos minutos habría de concretarse una de las ambiciones de cualquier artista plástico, en el prefacio de los inicios de su carrera: la apertura de su primera exposición individual, ese hecho que justifica con creces las horas en el estudio, la perseverancia por el dominio de la técnica, la visualización de un horizonte del que empiezan a emanar ideas propias.
El artista de veintitrés jóvenes años, Daniel Moreno Conchas, llegó más temprano que todos al recinto cultural de la Universidad Autónoma de Sinaloa; claro, no menos que Juan de Dios Pérez Arellano, el museógrafo sin título pero magnífico.
Y Daniel llegó temprano porque quiso ver cada detalle del montaje de sus 14 óleos, producto de una ocasión de fulgores inquietos, como hoguera, de cuyas lengüetadas le vino el reto de trascenderse a sí mismo, al menos de esa zona de confort en la que estaba como pintor, que él adjetivó como realismo, para tocar los bordes de lo contemporáneo -otra vez él-, con una serie de obras elaboradas tras chispazos, cada una en menos de un día, o en horas, cuando no en los bordes de los cincuenta y tantos minutos, para hacer notar su percepción de la vida y de las personas, para dar a conocer su obsesión por la figura humana y las miradas. Y para pintar su raya con la línea de una técnica en dominio.
Amante del rock, egresado de la Escuela de Artes Plásticas de la UAS, próximo a una estancia en San Miguel Allende -comprometido con una galería guanajuatense-, allí estaba Daniel Moreno Conchas en la ceremonia de inauguración de la expo que él tituló como Existencia de algo radical-subversivo, más el agregado de ‘Anomalías’, en jueves 13 de febrero, abrazado con la presencia de Jorge Luis Hurtado Reyes, Coordinador de Artes Visuales de la UAS, y por Demetrio Estrella, Coordinador de Difusión Cultural de la Escuela de Artes Plásticas.
Y fue Hurtado Reyes quien hizo la declarativa inaugural, formalizada en nombre del Rector Juan Eulogio Guerra Liera y de la propia Coordinación General de Extensión de la Cultura, a la que está adscrito. Y entonces se mostraron los 14 rostros que pintó Moreno Conchas al fulgor de los chispazos. Para reconocerse en ellos. Para provocar. Para hablar desde los ojos de cada imagen. Y para atestiguar su primera vez, solo.